Sobre La máquina de coser, de Vicente Riva Palacio
La trama de este cuento es sumamente contemporánea, pues aún en la actualidad podemos encontrar cuadros como el de doña Juana y Marta; ellas retratan la forma fácil de ganar dinero, que a dos siglos del relato de Riva Palacio podemos constatar que no ha cambiado. Con ello deducimos cómo es que la necesidad desde siempre nos ha orillado a llegar a los extremos.
A pesar de que las mujeres del cuento de Riva Palacio trataron de no perder la esperanza aferrándose a su máquina de coser, al no encontrar otra solución para su problema económico optaron (específicamente Marta, la hija joven y hermosa) por obtener el dinero de los bolsillos de alguien más. Aún hoy, en nuestro siglo XXI, como ya mencioné, la situación se repite en muchísimos casos. Si se supone que vivimos en una época en que la mujer ya es tomada en cuenta para casi todo (aún no podemos formar parte del papado), ¿por qué optar por este tipo de vida? Pero no sólo las mujeres, pues también lo vemos en los hombres que se van al otro lado en búsqueda de la ya famosa mejor vida.
En otros temas, nos damos cuenta de que madre e hija no perdieron el sentido de humildad cuando por órdenes del General llegó a ellas, junto a la máquina de coser, el recuerdo de la otra vida; no estoy segura de poder decir lo mismo de mis contemporáneos, pues ahora quien obtiene un producto caro y novedoso se cree dueño del mundo. Creo que vivimos en una constante batalla en la que quien nada tiene nada vale y es preciso, casi necesario consumir y atiborrarnos de objetos muchas veces innecesarios.
En conclusión, aunque en este siglo podríamos presumir de ser gente de mente abierta, creo que casi nunca nos esmeramos en sortear los obstáculos que se nos presentan en la vida y sí en cambio, sabemos entregarnos a lo más fácil, a lo que menos nos complica la existencia. La necesidad de sobrevivir es un gran obstáculo que creo que muy pocos estamos dispuestos a superar.
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